LA SEMANA SANTA
En España la Pascua se celebra de manera diferente a
Italia. Cada iglesia de España sale a la calle con un paso y un palio que
representan escenas de la pasión de Cristo y una virgen a los cuale la iglesia
se dedica. Fieles y apasionados siguen las procesiones en un recorrido que pasa
por las calles de la ciudad, las principales como las secundarias hasta la
catedral, por donde pasan todas obligatoriamente. La gente al ver pasar los
pasos les canta canciones populares llamadas saetas o grita: “¡Guapa! ¡Guapa!”
a la Virgen bajo el palio.

Las autoridades, por esta razón, cuando se acerca Semana
Santa empiezan a sensibilizar con carteles a la gente, invitándolos a no tirar
al suelo materiales que puedan pinchar o hacer daño a los penitentes descalzos.
Los fieles que siguen en procesión al Cristo y a la Virgen se llaman nazarenos.

La Semana Santa es una fiesta que cada año se prepara con
mucha antelación.Costaleros y bandas se llevan ensayando muchos meses en
función de ese momento.
Personalmente he podido asistir a esta tradición en
Sevilla, ciudad de España cuyas procesiones de Semana Santa se han convertido
en una atracción turística internacional.
En Sevilla lo que más me impactó de la Semana Santa fue
la Madrugada. La noche entre el jueves y el viernes santo a la luz de las velas
salen a la calle las cofradías con el más alto número de nazarenos. El
Silencio, la Esperanza de Triana, la Macarena o Sentencia, la Amargura o
Silencio Blanco, las Trés Caidas, impresionantes cada una con su banda y sus
nazarenos. Sólo el Silencio no tenía banda, su recorrido lo hace cada año en el
más absoluto silencio.
Otro importante y fundamental elemento de la Semana Santa
es el buen tiempo, de hecho el peor enemigo de la Semana Santa es la lluvia. Si
llueve o amenaza con llover, las cofradías pueden decidir no salir con su paso
y no arriesgarse, porque si la lluvia mojara las estatuas se estropearía la
madera con la cual están hechas, y se quedarían sin salir hasta el año
siguiente siempre y cuando que no llueva.
El año pasado pasó que se llevó la mayoría de la semana
lloviendo mucho y, por esta razón, muchísimas de las cofradías sevillanas se
quedaron sin salir, anunciando por la radio su retiro. Los más devotos llegan
incluso a llorar ante la impotencia de no poder hacer nada por ver salir a sus
procesiones favoritas, tanto es el cariño que le tienen.